jueves, 16 de abril de 2009

Una aproximación a la Informática Forense
Claudio Ragni Vargas

La reforma procesal penal pretende que el sistema judicial sea más cercano a las personas y que las causas se resuelvan de manera más rápida. Independiente de los organismos auxiliares de la justicia y las entidades jurisdiccionales superiores del Estado, los nuevos actores en esta son: La Fiscalía, La Defensoría, El Juzgado de Garantía y el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal. En este proceso el rol de los peritos tiene una figura distinta a la que tenía hace algún tiempo, debido a que su “opinión experta” podrá y es solicitada oralmente en el tribunal, ya sea por la Fiscalía o la Defensoría, en donde este profesional pude ser interrogado y/o contra interrogado.
Desde la perspectiva de la Tecnología actualmente las Empresas y las Organizaciones depositan en sus Sistemas de Información la responsabilidad de gestionar sus transacciones de negocio. Los procesos manuales son cada vez menos frecuentes y la en la práctica este conjunto hacen uso de la enorme capacidad de proceso, gestión y comunicación disponibles. Bajo este entorno y habiendo conocido casos como el uso no autorizado de información en el caso del Banco Central, la falla de los controles de acceso físico en el Ministerio de OOPP, figuras que pudieran estar tipificadas en el contexto de los delitos informáticos, la experticia del peritaje informático adquiere relevancia a la hora de enfrentar este tipo de “contingencias”. La Informática Forense ha venido introduciéndose en el ámbito legal adquiriendo una gran importancia dentro del área de las Tecnologías de la Información (TI), esto debido al aumento del valor de la información y/o al uso que se le da a ésta, al desarrollo de nuevos espacios donde se utiliza, como por ejemplo Internet; y al extenso uso de redes de computadores por parte de las compañías y negocios tradicionales, como por ejemplo en la Banca. Un delito cometido en este ambiente tecnológico (ciberdelito o cibercrimen) donde la “evidencia” queda almacenada en forma digital, registrada en log`s de los sistemas, en archivos temporales y otos medios tecnológicos, requiere de un experto o perito que, en este ámbito, debiera utilizar las “mejores prácticas” de la Informática Forense, esta última como una ciencia relativamente nueva. Preliminarmente, la Informática Forense, tiene sus fundamentos en las leyes de la física, la electricidad y el magnetismo. Es gracias a fenómenos electromagnéticos que la información se puede almacenar, leer e incluso recuperar cuando se “creía” eliminada. La informática forense, aplicando procedimientos estrictos y rigurosos puede ayudar a resolver (acusar o defender) este tipo de delitos apoyándose en el método científico, aplicado a la recolección, análisis y validación de todo tipo de pruebas digitales.

Según el FBI, la informática (o computación) forense es la ciencia de adquirir, preservar, obtener y presentar datos que han sido procesados electrónicamente y guardados en un medio computacional.

Desde 1984, el Laboratorio del FBI y otras agencias que persiguen el cumplimiento de la ley empezaron a desarrollar programas para examinar evidencia computacional. En nuestro país la Brigada del Cibercrimen.

Variados escenarios para esta disciplina se pueden observar desde la recolección de evidencia para acreditar o no fraude financiero, tráfico y venta de drogas, evasión de impuestos o pornografía infantil, entre otros.

Una oportunidad tal vez para formar profesionales cuyo trabajo esté alineado con la realidad jurídica en nuestro país. El adecuado perfil que permita contar con entrenamiento, documentación, entrenamiento y procedimientos “generalmente aceptados” como práctica profesional. En este sentido, la Universidad de Santiago ha iniciado un proceso de entrenamiento y difusión de conocimientos para especializar en estas materias y detallar las habilidades requeridas y las capacidades deseables en los investigadores informáticos.

Fuente: http://www.adi.cl

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